Estos días, las circunstancias físicas me han ayudado un poco a explorar el ámbito espiritual. Me explico, durante esta semana, he jugado dos veces a fútbol, y da la casualidad que en los dos partidos me he dado sendos tortazos contra el suelo, con sus consecuentes heridas, pero en los dos casos, ahí tenia la mano de alguien que me ayudaba a levantarme. Así más o menos me está ocurriendo en la vida espiritual. He recibido un buen golpe, y por orgullo no quiero ayuda ninguna, me quiero levantar sólo, pero llega un momento en que el dolor es tan intenso que cuesta levantarse, y ahí están las manos para ayudarme. Gracias a Dios estoy rodeado de gente que me quiere tal como soy (aunque a veces no lo crea), y no hablo de estar rodeado sólo en el aspecto físico, sino también espiritual. Sé que muchos me tienen presente en sus oraciones, y lo agradezco porque realmente la lucha es constante y os necesito . Por eso, no quiero olvidar esas manos, que siempre están ahí para poder seguir jugando en la partida de la vida, no puedo jugar sólo, tengo que hacer parte de un equipo, de una comunidad, de una iglesia, que me sirva de apoyo para "ganar el partido", ahí están las heridas para recordarme estos momentos.
1 comentario:
Buenas hermano, hacía tiempo que no escribías, y que alegría cuando encuentro esas palabras tuyas, que tantas veces me reconfortan. Sólo quería decirte que gracias por esas reflexiones que nos ayudan a los demás, gracias por estar ahí compartiendo lo que sientes y lo que piensas, y gracias por no olvidarte de mi en tus oraciones, que tanta falta me hace. Un abrazo rodaoret ...
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