miércoles, 11 de febrero de 2009

Ojalá se hiciera vida en mí


Otra oración que hoy he leído:

Padre mío, me abandono a Tí, haz de mí lo que Te plazca, cualquier cosa que Tu hagas de mí, te lo agradezco. Estoy preparado para todo, acepto todo, para que Tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo ninguna otra cosa, mi Dios. Pongo mi alma en tus manos. Te la doy, mi Dios, con todo el amor de mi corazón, porque Te amo. Y es para mí una exigencia de amor el darme,
ponerme en
tus manos sin medida, con una confianza infinita, porque Tu eres mi Padre. (Charles de Foucauld)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido hermano. Es una oración maravillosa. Hoy me ha gustado rezarla contigo. Es un buen momento para poder rezarla, no es fácil aceptar la voluntad de Dios cuando el sufrimiento llena parte de nuestra vida. En ocasiones las circunstancias parecen que no son de Dios.Sabemos que El está pero ¿dónde? ¿cómo? Abrir el corazón para renovar la confianza, para que él se haga presente es un maravilloso ejercicio de fe y de respueta.
Vengo de una clase donde he intentado explciar Abba. Cuarenta minutos para hacerlo. No tenía prisa, creo que esta novedad de Jesucristo es la más grande de las suyas. Me la tengo que creer, tengo que hacer de ella sentido de mi vida. Un PADRE que quiere lo mejor para sus hijos. Abandonarme en sus manos y dejar que EL haga lo que quiera. ¡¡Que maravillosos testimonios de esos recibimos cada día de los hermanos!!
Un abrazo.
Quiero seguir rezando contigo una y otra vez esta oracion. Lo necesito.