clericalismo.
1. m. Influencia excesiva del clero en los asuntos políticos.
2. m. Intervención excesiva del clero en la vida de la Iglesia, que impide el ejercicio de los derechos a los demás miembros del pueblo de Dios.
3. m. Marcada afección y sumisión al clero y a sus directrices.
He querido empezar copiando y pegando la definición del término de la RAE. Yo quiero centrarme en la número 2, aunque tanto la uno como la tres pueden ser un tema interesante a desarrollar otro día.
Cuando entré en la orden, me enamoré ante todo, cuando hice la experiencia vocacional, de la fraternidad de los hermanos, de la alegría que se vivía en aquella casa de Salamanca, de la hospitalidad,... En fin, entre en la orden porque quería ser un hermano como ellos.
Esta crítica que voy a realizar no se puede generalizar dentro de la Orden, sólo puedo hablar desde la experiencia vivida, y sobretodo la experiencia vivida en los últimos meses, aquí en Italia, donde la tendencia clerical es más fuerte.
No recuerdo muy bien como esta definida nuestra orden en términos jurídicos, sé que nos lo explicó Vicente cuando estudiamos las constituciones en el año del noviciado, pero si no recuerdo mal, el término clerical era uno de los términos que se usaba para dercribirla (no engo ganas de ponerme a buscar información) Es cierto que dentro de nuestro carisma carmelita, el sacerdocio juega un papel importante, pero creo que no es la esencia, ya que todos somo hermanos desde el momento que hacemos la profesión, al menos yo me siento hermanos de todos, y no hago distinciones, somos todos igual, desde el prior de mi casa, a mi maestro, hasta llegar al prior general,... Todos somos hermanos.
Pero hay algunas cosas que hacen que me sienta diferente, sobretodo cuando creen que al convertirse en sacerdotes adquieren unos derechos por naturaleza. Ejemplos de ellos, son la mesa exclusiva de los padres, la exención de las tareas, todos hablan de "cuando seamos sacerdotes...", no se ven hermanos que no sean sacerdotes,...
El sacerdocio es bueno, muy bueno, siempre que sea para ser el último, para ser el servidor de todos, como lo fue Jesucristo. YO no quiero un sacerdocio para adquirir un rango social (como sucede en muchos países) sino al contrario, para perderlo (a mí también me gusta, pero no estamos llamado a eso). No quiero ser sacerdote para adquirir un rango dentro de una comunidad, provincia, orden,... En principio tenía claro que quería ordenarme, pero el pasar del tiempo me hace poner en duda esta elección, no sé si me ordenaré, quizás lo hago por obediencia, o quizás cambie de pensamiento, no sé, falta mucho tiempo, pero a veces tengo la tentación de no ordenarme para reinvindicar el puesto de los hermanos que no han querido dar el paso del sacerdocio, porque son hermanos, somo hermanos, con los mismos derechos. Quizás se debería hacer una reforma grande a nivel legislativo, y en un futuro poder convertirse incluso en los provinciales que dirigen nuestra provincia,...
Sé que ahora puede venir cualquier histórico y demostrar que estoy equivocado aportando centenares de textos, que blablabla,... pero no hablo desde el conocimiento sino con lo que siento en estos momentos.
Debemos dejar esta Iglesia del poder, y entrar en la Iglesia de la humildad de la sencillez, no respondiendo a las críticas con las mismas armas, sino respondiendo con las mismas armas de Jesús, con los actos y con las buenas palabras. Ufffffffff, y eso que no quería escribir nada, pero se me ha ocurrido el tema y podría estar cascando hasta mañana, pero..... no lo hago que te estoy aburriendo. Un fuerte abrazo para ellos y una beso para ellas.