El Caliche, es un barrio de Santo Domingo, donde he podido vivir cerca de un mes durante este verano. Sobre este tema ya he escrito rios de tinta, porque ha significado mucho para mí, pero creo que es justo que también exprese lo que siento en este medio de comunicación.
Durante casi todo el mes de agosto, un grupo de 7 jóvenes españoles, todos relacionados con la familia carmelita, hemos ido, mediante la ONG Karit, a la Rep. Dominicana. En este barrio, he dejado muchas cosas, pero lo más importante es que parte de mi corazón aún permanece en él. ¿Por qué? Por que he recibido muchísimo de aquella gente, por eso puedo decir que la riqueza de los pobres me ha ganado.
¿Por qué me ha ganado? Por que a pesar de sus circunstancias, de sus problemas, son más felices que yo, que materialmente no me falta de todo. Que lo poco que tienen te lo ofrecen, y sobretodo te ofrecen lo más valioso que poseen, una sonrisa, una mirada, un "gracias",.... Una sonrisa sincera, no ficticia como en nuestra sociedad. Una mirada transparente que lo dice todo, cuando por ejemplo les das algo de comer cuando llevan un día sin hacerlo, un "gracias" de corazón.
Son muchos recuerdos, muchas imágenes, muchas las cosas que me traigo en mi maleta interna, pero he podido ver a Dios en cada uno de los niños con los que he podido trabajar durante este tiempo. No puedo expresar en una líneas lo que siento, lo he intentado anteriormente con alrededor de 10 folios, pero todo ello no plasma lo que tengo dentro. Os invito a ver las fotos de los enlaces de la ventana lateral, y quiero que os fijeis en sus caras, ya me contareis.
Un abrazo fraterno a tod@s los que se asoman a esta ventana.
1 comentario:
VAMOS A VER, DOS PUNTOS:
a mi me parece superbien que la peña se vaya a pasar su mes de vacaciones al quinto pimiento,yo nunca le he encontrado sentido, pero no vivo sola en el mundo y comprendo que mucha gente puede encontrárselo. Yo no. 1 mes, no. 5 años, igual sí. Pero os felicito por vuestra generosidad y gratuidad, a mí mis vacaciones no me las roba nadie.
PERO! PERO! yo creo que en este primer mundo, tan marcado por el hedonismo, por el materialismo, por la permisividad y el relativismo....SE PUEDE SER MUY FELIZ. Y se puede ser muy pero que muy generoso con el tiempo, con el dinero, con la sonrisa, con el abrazo, con el beso...se puede ejercer la autenticidad sin miedo, se puede dar uno gratuitamente, porque sí, porque te sale de lo profundo del alma, se puede ser compañero y amigo en el camino, se puede cambiar....de rumbo, de ropa, de vida, de casa, de trabajo....de mentalidad sobretodo y de forma urgente. Se puede dejar uno de quejar de todo, de verlo todo negro, de cerrar a cal y canto todas las ventanas del alma y del cuerpo....se puede dejar entrar el aire, respirar, oxigenar ese lado dominante del cerebro que nos ahoga...se pueden quitar las cuerdas de las alas, desplegarlas y volar. SE PUEDE SER MUY PERO QUE MUY FELIZ AQUI. DATE UN PASEO POR TU VIDA Y DISFRUTA DE ELLA.
Yo desde luego no me cambiaría por ninguno de esos seres humanos que habitan en la India, en Sudamérica, o en el Africa subsahariana y siempre lucen una sonrisa, y son tan tan tan felices en su pobreza. Por mucho que la M.Teresa de Calcuta dijera que somos mucho más pobres en occidente que en la India.
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