martes, 3 de marzo de 2009

hacer-tener-ser

El otro día, al ver una viñeta en un blog, empecé a pensar sobre los valores del ser y del tener en mi vida. Después este fin de semana, en el retiro que estuve, puede añadir otro valor, el hacer. ¿Cual es mi orden de preferencia de estos valores? ¿Cual es el primero y cual el último?

El título ya lo indica. He podido descubrir, que mayormente domina este orden hacer-tener-ser.
El hacer. Creo que en buena parte influenciado por esta sociedad, que te arrastra, que de coenvuelve en un ritmo frenético. También influenciado por la educación que he recibido, el no estar parado, el tener que hacer las cosas, el no poder estar con los brazos cruzados, el aprender a ver el trabajo allí donde los otros no lo ven, hacer las cosas que nadie las hace (muy frecuente en las comunidades),.... Y en cierta medida, esto es bueno, pero siempre que este activismo no me saque se mi ser, de mi centro. Puedo, como religioso, trabajar de sol a sol, a casi mejor dicho, de lámpara a lámpara. Puedo darme por entero, puedo no tener tiempo para mi (aunque tenemos la fama que vivimos bien, no creo que en todos los casos sea así), pero de que me sirve estas cosas, si no me he encontrado, si no me he conocido a mi mismo (aunque es un proceso que dura toda la vida) y coetaneamente conocer a Dios, porque se encuentra en lo más interno de nuestro ser.

Conozco personas que también trabajan mucho, por su trabajo, que se sienten implicados en él, que realmente han encontrado su verdadero trabajo, y, en cambio, no son religiosos, no son muy creyentes, entonces, ¿que diferencia hay entre ellos y yo? ¿verdaderamente estoy trabajando por el Reino¿ ¿O por lo contrario, trabajo para adquirir un compensación (y no en sentido económico)?¿Se ve en mi trabajo esa pizca de sabor que da el trabajar por el Reino? ¿O todo se convierte en pura rutina? La verdad, NO, en mi trabajo (mi estudio) no se saborea a Cristo, es insípido, porque me muestro YO, y los lunes cuando suena el despertador digo (como casi todos los mortales) jod..r otra vez lunes.

Es aquí donde entra el tener. Y en mi caso no puedo hablar de la posesión económica, aunque en el fondo es el mismo pecado humano. Pero busco imagen, afecto, un rol determinado, ... ¿Por qué? No lo sé, pero parece que uno tiene que ser el mejor en todo. El más servicial, el más trabajador, el que sace mejores notas,.... Parece que todos los demás sean contrincantes, y no hermanos, muchas veces me corroe la envidia, el juicio, .... "porque no hace su trabajo y me toca hacerlo a mi" "porque estudia menos que yo y ha sacado mejor nota" "porque siempra llega el primero en la comida y siempre coge lo mejor".... Eso se llama orgullo, envidia,... es decir falta de amor. El tener me aleja de los demás, es la enfermedad del egocentrismo, YO y los demás,....

Al final del todo, dejo el ser. "No tengo tiempo para encontrarme " digo muchas veces, estoy cansado, ahora no, otro momento, nunca tengo tiempo para reflexionar sobre mi vida, hacer silencio interno, tener un oración personal continuada,.... En fin, que ya véis lo lejos que estoy de la meta, y sin embargo me siento llamado a seguirle ¿Por qué a mí? No lo sé, espero que poco a poco el Señor haga una obra grande en mi. Un abrazo.

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