Hoy celebramos la Virgen de la Esperanza, una advocación mariana a la que le tengo mucho cariño por varios motivos. En especial, porque es patrona de mi pueblo, y también porque se encuentra en un santuario mariano custodiado por nosotros los carmelitas.
La virgen de más arriba, se encuentra en este santuario, y no me digáis que no es preciosa, a mí me encanta (aunque ya sé que no soy objetivo), pero me parece encantadora la imagen, simboliza la imagen de cualquier madre que espera la llegada inminente del retoño, y después el sol en la barriga que representa a Jesús, "el sol que nace de los alto".
Vosotras las madres, tenéis la fortuna de sentir la vida dentro de vosotras, es una experiencia que ni siquiera puedo imaginar, pero que debe ser preciosa, aunque supongo que al final del embarazo habrán sentimientos contrarios, por una parte ganas de ver el niñ@, y por otra parte cierto miedo al momento del parto por los dolores, pero.... vale la pena ¿no? Sí, la recompensa es mucho mayor. (Quiero acordarme especialmente de Cristina y Leti que acaban de ser madres recientemente, un fuerte abrazo a las dos).
María, igualmente esperaba esta venida, ahora, nosotros los cristianos, con esperanza, también la esperamos, porque la venida de Jesús es como el amanecer del sol después de la oscuridad de la noche. Cuanto tiempo hace que no veo amanecer, (recuerdo esos amaneceres en la playa), debería ver más amaneceres en mi vida, tanto físicamente como espiritualmente. Me gustaría ahora ver el amanecer en estos momentos de noche oscura, pero... tengo esperanza de volver a ver el sol.
Tenemos que mirar a oriente, que en términos bíblicos es mirar a la vida, es decir, para nosotros los cristianos, es mirar a Jesús, el sol que nace, para que en esos momentos de dificultad (crisis matrimonial, fracaso escolar, falta de empleo, pobreza espiritual...) no perdamos la esperanza.
Dios viene a nuestras vidas como el alba, todo lo hace nuevo, todo lo hace fresco. Dios llena de pequeños amaneceres nuestra vida (¿recuerdas tus pequeños amaneceres en tu vida?) Es un Dios nuevo y joven, siempre permanece como Niño...
Tantas cosas me vienen en mente ahora, pero no quiero entreteneros, además, esta estudiado técnicamente, la gente no pierde más de 3 o 4 minutos leyendo una página en internet, si es demasiado largo, directamente la saltan, así que me aplico y corto. Os dejo un vídeo de Martín Valverde, dura poco más de un minuto, escuchad la canción, es preciosa. Un fuerte abrazo.
La virgen de más arriba, se encuentra en este santuario, y no me digáis que no es preciosa, a mí me encanta (aunque ya sé que no soy objetivo), pero me parece encantadora la imagen, simboliza la imagen de cualquier madre que espera la llegada inminente del retoño, y después el sol en la barriga que representa a Jesús, "el sol que nace de los alto".
Vosotras las madres, tenéis la fortuna de sentir la vida dentro de vosotras, es una experiencia que ni siquiera puedo imaginar, pero que debe ser preciosa, aunque supongo que al final del embarazo habrán sentimientos contrarios, por una parte ganas de ver el niñ@, y por otra parte cierto miedo al momento del parto por los dolores, pero.... vale la pena ¿no? Sí, la recompensa es mucho mayor. (Quiero acordarme especialmente de Cristina y Leti que acaban de ser madres recientemente, un fuerte abrazo a las dos).
María, igualmente esperaba esta venida, ahora, nosotros los cristianos, con esperanza, también la esperamos, porque la venida de Jesús es como el amanecer del sol después de la oscuridad de la noche. Cuanto tiempo hace que no veo amanecer, (recuerdo esos amaneceres en la playa), debería ver más amaneceres en mi vida, tanto físicamente como espiritualmente. Me gustaría ahora ver el amanecer en estos momentos de noche oscura, pero... tengo esperanza de volver a ver el sol.
Tenemos que mirar a oriente, que en términos bíblicos es mirar a la vida, es decir, para nosotros los cristianos, es mirar a Jesús, el sol que nace, para que en esos momentos de dificultad (crisis matrimonial, fracaso escolar, falta de empleo, pobreza espiritual...) no perdamos la esperanza.
Dios viene a nuestras vidas como el alba, todo lo hace nuevo, todo lo hace fresco. Dios llena de pequeños amaneceres nuestra vida (¿recuerdas tus pequeños amaneceres en tu vida?) Es un Dios nuevo y joven, siempre permanece como Niño...
Tantas cosas me vienen en mente ahora, pero no quiero entreteneros, además, esta estudiado técnicamente, la gente no pierde más de 3 o 4 minutos leyendo una página en internet, si es demasiado largo, directamente la saltan, así que me aplico y corto. Os dejo un vídeo de Martín Valverde, dura poco más de un minuto, escuchad la canción, es preciosa. Un fuerte abrazo.
1 comentario:
Gracias Xavi por compartir esta bella imagen de María y la esperanza en el Dios que viene.
Gracias María por ser nuestra madre y estar siempre ahí.
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