No debería estar escribiendo en estos momentos, debería estudiar, pero me ha vencido la pereza, y ya me he rendido, mañana más.
Soy del parecer que la oración siempre va bien, pero a veces cuando el tiempo pasa y ves que no se producen frutos, dices ¿para que rezar? "A Dios rogando y con el mazo dando", dice el refrán. Y esto se puede aplicar a la Iglesia, y digo Iglesia en general, católica, protestante, ortodoxa,...
Los ortodoxos dicen que ellos son la Iglesia verdadera, nosotros decimos que somos nosotros, ¿quien tiene la razón? Parece que nosotros católicos, no nos queremos mover, es decir no una unión, sino más bien una OPA hostil.
Yo creo que en una unión (y digo creo porque no estoy casado ni emparejado) los miembros deben ceder en sus cosillas, en sus gustos, comodidades, costumbres,... Por que si no se cede un poco, la cuerda se rompe y la unión se va a pique (como paso en el concilio de Roma en el siglo XI o 4 siglos más tarde con Lutero). Mientras las iglesias estén divididas, está venciendo el pecado, y el demonio se ríe muy agusto, porque en este campo vence desde hace siglos.
Pero, como la historia de las dos madres y Salomón, La verdadera Iglesia (que en este caso espero que sea la mía), debería ceder, como la verdadera madre cedió , renunciando a su hijo, nosotros también deberíamos renunciar a algunas cosillas. Digo cosillas, que nos separan sobretodo de la Iglesia ortodoxa, en cuanto a la Protestante el camino es todavía más duro, y no creo que lo vean mis ojos, pero espero con ilusión el primer paso.
Queridos miembros todos de la Iglesia, queridos jefes, queridas personas que movéis los hilos principales de esta nuestra Iglesia, por favor, entremos en la humildad, vayamos adelante, no hacia atrás (como ha sucedido en Romanía, que el Patriarca ha prohibido justamente esta semana el rezar junto a los católicos).
La gente sencilla no entiende de estas cosas, no saben porque estamos divididos, no les puedes hablar del filioque y todas estas cosas, la gente sencilla (que heredará el reino de los cielos), tiene unos sentimientos, rezan a un Dios, que coincide con el Dios al que rezan los otros cristianos, y responden al Dios con la misma fe,...
Vamos a lo esencial, si queremos ser la Iglesia verdadera, entonces empecemos por entrar en la humildad, y lo digo desde mi ignorancia del tema, pero con la sabiduría del corazón.
Un fuerte abrazo y que nuestro hermano Martín se acuerde desde allá arriba de nosotros.
Soy del parecer que la oración siempre va bien, pero a veces cuando el tiempo pasa y ves que no se producen frutos, dices ¿para que rezar? "A Dios rogando y con el mazo dando", dice el refrán. Y esto se puede aplicar a la Iglesia, y digo Iglesia en general, católica, protestante, ortodoxa,...
Los ortodoxos dicen que ellos son la Iglesia verdadera, nosotros decimos que somos nosotros, ¿quien tiene la razón? Parece que nosotros católicos, no nos queremos mover, es decir no una unión, sino más bien una OPA hostil.
Yo creo que en una unión (y digo creo porque no estoy casado ni emparejado) los miembros deben ceder en sus cosillas, en sus gustos, comodidades, costumbres,... Por que si no se cede un poco, la cuerda se rompe y la unión se va a pique (como paso en el concilio de Roma en el siglo XI o 4 siglos más tarde con Lutero). Mientras las iglesias estén divididas, está venciendo el pecado, y el demonio se ríe muy agusto, porque en este campo vence desde hace siglos.
Pero, como la historia de las dos madres y Salomón, La verdadera Iglesia (que en este caso espero que sea la mía), debería ceder, como la verdadera madre cedió , renunciando a su hijo, nosotros también deberíamos renunciar a algunas cosillas. Digo cosillas, que nos separan sobretodo de la Iglesia ortodoxa, en cuanto a la Protestante el camino es todavía más duro, y no creo que lo vean mis ojos, pero espero con ilusión el primer paso.
Queridos miembros todos de la Iglesia, queridos jefes, queridas personas que movéis los hilos principales de esta nuestra Iglesia, por favor, entremos en la humildad, vayamos adelante, no hacia atrás (como ha sucedido en Romanía, que el Patriarca ha prohibido justamente esta semana el rezar junto a los católicos).
La gente sencilla no entiende de estas cosas, no saben porque estamos divididos, no les puedes hablar del filioque y todas estas cosas, la gente sencilla (que heredará el reino de los cielos), tiene unos sentimientos, rezan a un Dios, que coincide con el Dios al que rezan los otros cristianos, y responden al Dios con la misma fe,...
Vamos a lo esencial, si queremos ser la Iglesia verdadera, entonces empecemos por entrar en la humildad, y lo digo desde mi ignorancia del tema, pero con la sabiduría del corazón.
Un fuerte abrazo y que nuestro hermano Martín se acuerde desde allá arriba de nosotros.