Hoy es un día para orar por las personas que rezan por nosotros. La Iglesia nos convoca a una cita silenciosa y discreta para orar por aquellos/as que de forma silenciosa lo hacen cada día por la Iglesia, por la Iglesia, por la humanidad, por cada uno de nosotros.
Con la dedicación de un día a los orantes, la Iglesia expresa su recuerdo y agradecimiento por todo este torrente caudaloso de vidas entregadas a la oración, en silencio y soledad, en total anonimato y ocultamiento.
Nosotros, como Carmelitas, nos sentimos sanamente orgullosos, y agradecidos al Señor, por los 70 Carmelos contemplativos que tenemos repartidos por la geografía universal. Gracias a ellos se mantiene vio en el Carmelo el valor y el aprecio de la oración como elemento constitutivo de nuestra Orden.
TENGAMOS PRESENTE EN NUESTRA ORACIÓN PERSONAL A NUESTROS MONASTERIOS CARMELITAS DE CLAUSURA.