Como ya os comenté en el post anterior, ahora toca expresar en pocas palabras mis experiencias de verano. Sin lugar a duda, ha sido un verano un poco "loco", en el sentido que mis planes iniciales se trastocaron, por eso hay que estar siempre abiertos a la voluntad de Dios.
Al terminar mi periodo de exámenes, me vine para España, para disfrutar de mi tierra, y sólo llegar ya pude disfrutar de una noche cálida de verano, rodeado de amigos en una casa de campo y comiendo buena carne a la brasa... Cuando empezó la novena del Carmen, me fui a realizar unos ejercicios espirituales a Valladolid, donde pude disfrutar de la hospitalidad de mis hermanos y sobre todo tener momentos de soledad y silencio después de la ajetreada época de los exámenes.
Después del Carmen tenía previsto hacer un tour por España con un amigo mio de la universidad, pero cosas del destino, no pudo conseguir los papeles para poder viajar a España, y nos quedamos sin hacer un poco de turismo, en fin, cosas de la burocracia, y todo por ser extranjero en Italia, en fin, sin comentarios.
Como ya comenté, me fui a Santander a realizar los ejercicios ignacianos de mes, y claro, ya tenía casi todo el verano completo, pero otra vez mis planes no eran sus planes, y después de realizar ocho días de ejercicios, me vine a casa. Sí, quizás esperaba otra cosa, pero sobre todo, no estaba bien preparado para realizarlos, y no pude entrar en la dinámica, así que me vine a casa.
Así, que ahora se me presentó la oportunidad de ir a la JMJ, sí, quizá era un poco tarde, pero hice unas llamadas, y encontré un sitio vacante para poder ir con los jóvenes carmelitas de Villarreal y Onda. Fue otra experiencia de la JMJ, ya tengo 6 JMJ metidas en el cuerpo, y uno aprende a partir de la segunda, a no hacer comparaciones, sino a intentar tener una encuentro personal con aquel que nos llama. Pude tenerlo en el momento de adoración eucarística en cuatro vientos, allí en medio de miles y miles de personas, pude encontrarlo en el silencio.
Después de pasar unos días en mi casa, me volví a Madrid por unos ocho días, donde realicé la tarea de sacristán, que ya la hice el verano pasado, y aun tuve tiempo de hacer algo de turismo y pude ver el museo del Prado, que nunca lo había visto.
Ahora estoy otra vez en casa de mis padres, haciendo un poco de amo de casa, ya que ellos están de peregrinación a Tierra Santa, y estoy preparando el folleto para mi profesión solemne y dando tarjetas de invitación por aquí y por allá, me faltan todavía muchos cabos por atar. También estoy pendiente de ayudar esta semana en la parroquia, si puedo dar una mano, ya que se han quedado poquitos.
Ahora, el día ocho, Dios mediante, renovaré los votos en la comunidad de Villarreal, ya que no se puede estar sin votos, aunque sea por 16 días que faltan para mi profesión solemne. Sólo os pido que recéis por mi en este periodo, para que pueda seguir fiel, y que continúe manteniéndome firme en la fe.
Recibid un fuerte abrazo.
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