martes, 9 de marzo de 2010

Quédate



"¿Quién podrá calmar de mi alma la tempestad?"

"¿Quién podrá dar a mi esperanza un nuevo hogar?"

"A pesar de mis rechazos, sigues dándome tu luz" --> Desde siempre y para siempre

Señor, hace mucho tiempo que la tempestad azota lo más profundo de mi ser, ayúdame a no tener miedo, a confiar en ti, a no perder la esperanza. Señor, dame las fuerzas para caminar por encima de las aguas, a no tener miedo de mis miedos, pero para ello, tengo que poner mi fe en ti, porque con mis fuerzas me hundo, y sin embargo, ahí estás con tu mano para rescatarme, una y mil veces. Mi experiencia me lo dice, mi corazón me lo dice, sólo contigo puedo caminar seguro en medio de esta vida,y sin embargo, quiero poner el mundo a mis pies, quiero que todos me quieran, quiero ser el centro del mundo, siempre quiero tener la razón, mis juicios a los hermanos son constantes, ¿por qué me siento cada vez más alejado de tu voluntad?¿Por qué cada vez me siento más pecador? No, no es un malestar psicológico, sino una separación de amor.

Me quiero dar la vida y la pierdo, la busco y no la encuentro, y sin embargo, tú estás ahí, en el centro más profundo de mi ser. Ten paciencia conmigo, no estoy dando mis frutos, lo sé, pero durante este año el agricultor me abonará y me cuidará para que pueda darlos. ¿por qué debo estar en medio de la viña si no doy fruto? Ayúdame a poder encontrar ese abono necesario para que dé fruto, ayúdame a encontrar momentos íntimos de soledad y oración, para que así, tu te puedas transfigurar dentro de mi corazón. Amén.