jueves, 30 de abril de 2009

Desafíos de un carmelita del siglo XXI (2)

Ya estoy otra vez por aquí intentando divagar un poquito más. Continúo con lo prometido, intentando explicar, desde mi humilde punto de vista, los retos y desafíos de nuestro ser en el mundo y en la Iglesia.

En la anterior entrega dije que tocaba hablar de los aspectos positivos. La conferenciante enumeró una serie de aspectos, entre ellos la cercanía a las familias, el trabajar por la justicia y una llamada a la purificación. Para ello nos daba 3 retos a afrontar:

1- Tomar conciencia de quienes somos y quien soy

De este tema se podría escribir libros enteros. Quizá creo que en primer lugar debemos hacer un ejercicio individual de auto-descubrimiento, para luego llegar a un descubrimiento comunitario e interpersonal. El "conócete a ti mismo" es uno de los aspectos, no tan sólo teológicos sino que incumbe a lo mas profundo del ser humano, es un aspecto antropológico por excelencia. En la medida en que me auto-descubro, y veo como soy, con todas mis debilidades y con todas mis fortalezas, entiendo cada vez mejor a las personas,puedo amar al hermano, porque cada vez me comprendo mejor a mi mismo, y me acepto tal como soy.

Si salen las envidias, los juicios, las murmuraciones,... en el fondo es que falta algo por descubrir en nosotros mismos y que no aceptamos. Por eso es importante el conocerse a si mismo, para poder salir hacia fuera, para poder amar, para poder abrir las puertas de nuestro corazón egoísta.

Pero, haciendo una auto-crítica, reconozco que el ritmo que llevo, me impide tener momentos para ello, para pensar, para conocerme. Me faltan momentos de silencio, momentos de soledad, momentos de intimidad con Dios, me dejo llevar por la corriente del ACTIVISMO, y desplazo a Dios a los momentos encasillados del día prefijados anteriormente. ¿Cuáles son mis preferencias? Dios o los estudios, internet, televisión,... Reconozco que me cuesta mucho el NO hacer nada, siempre debo hacer alguna cosilla para distraerme, y me cuesta ir a tomar un café con tranquilidad con Dios (oración).

Me gustaría conocerme mejor, me gustaría purificar esos aspectos de mi vida que no me gustan, y sin embargo, pasa el tiempo y no avanzo. Y ahora otra pregunta ¿quien dice la gente que soy yo? ¿Ven en mi un carmelita, un religioso o un cristiano? La verdad, mis obras no hablan de una persona cristiana.

La percepción de la gente es muy distinta, habrá de todo, gente que nos odia, gente que no soporta todo lo que huela a Iglesia, gente indiferente y gente que nos tiene aprecio. Pero las estadísticas hablan a favor de la primera opción ¿por qué será?--> examen de autoconciencia.

Podemos parecer gente maja, que ayudamos a las personas, que vivimos en comunidad, pobremente, en obediencia, ... pero, todo esto se puede hacer sin ser religioso, sin ser carmelita, incluso hay mucha gente que vive mejor que nosotros estos aspectos. Entonces, ¿que aportamos de distinto a la gente? ¿Que es aquello que caracteriza y distingue al carmelita? La respuesta no la sé, intentaré hablar de ello en la próxima entrega. Un fuerte abrazo a tod@s.

lunes, 27 de abril de 2009

Un pequeño avanze



En principio quería continuar con los desafíos de un carmelita, pero estoy cansado físicamente y psicológicamente, y no encuentro el tiempo suficiente para concentrarme en escribir. He tenido que hacer muchas cosas estos días, entre ellas, el asistir a la canonización de un carmelita, pero de ello ya se ha hablado suficiente en otros blogs.

Hoy sólo quiero adjuntaros un articulo salido en el diario "el mundo", y que realmente me alegra mucho, porque he podido ver con mis propios ojos esa situación, aunque sin verla con toda su dureza, pero se intuye, El pueblo haitiano es un pueblo masacrado, es la nación más pobre de latino-américa, y una forma de subsistir es ir a casa de sus vecinos, los dominicanos (que tampoco es que sea una maravilla), y allí sufren el menosprecio de sus vecinos (al igual que los españoles menospreciamos a nuestros vecinos pobres). Sería una maravilla, aprovechando que los carmelitas ya estamos en la isla, dar el salto a Haití, y trabajar allí entre los más pobres, aunque ya sé que no es el momento más fácil por falta de vocaciones, pero sería una apuesta fuerte. Bueno que me enrollo, lo dicho, os dejo el artículo. Un beso fuerte para todos.

LA ESCLAVITUD sigue siendo una vergonzosa realidad en el siglo XXI. Según estimaciones de la ONU, más de 27 millones de seres humanos, muchos de ellos niños, la padecen, sometidos a explotación laboral y sexual. Pero lo más indignante es que todavía hay países -y democráticos- donde la esclavitud no está perseguida por la Ley. Hasta hace sólo unos días, éste era el caso de República Dominicana, cuyo Parlamento acaba de aprobar su abolición a través de una enmienda constitucional. La histórica medida sólo se ha producido después de muchos años de denuncias y de la lucha de personas como el cura español Christopher Hartley Sartorius, quien, tras un incansable combate contra esta lacra, tuvo que abandonar el país porque su vida corría peligro. Enorme orgullo nos produce el hecho de que uno de nuestros reportajes, publicado en Crónica hace más de seis años, sirviera para sacar a la luz las condiciones infrahumanas de miles de esclavos en los campos de cultivo de azúcar dominicanos. De aquel artículo se hicieron eco la prensa y numerosas organizaciones internacionales, que han presionado al Gobierno de Santo Domingo hasta lograr ahora la abolición de la trata humana. Esta semana, un periodista de Crónica ha vuelto a esas plantaciones donde se dejan la vida personas que trabajan, de sol a sol, cortando cañas de azúcar, a cambio de sólo dos euros por tonelada y de no pocos golpes de los capataces. La mayoría de los braceros son haitianos que cruzan la frontera, y que, al carecer de documentación, caen fácilmente en las redes de terratenientes sin escrúpulos. Cabe esperar que estas prácticas sean erradicadas de inmediato en Santo Domingo, a donde, paradójicamente, acuden millones de turistas para disfrutar de sus playas. Pero aún falta mucho para extirpar la esclavitud del planeta, y mientras no se consiga, la Humanidad entera seguirá enlodada.

lunes, 20 de abril de 2009

Desafíos de un carmelita del siglo XXI (1)

Después de participar en la pascua joven de Villarreal, de la que ya he hablado, tuve la oportunidad de asistir a la asamblea que todos los años realiza mi provincia por estas fechas. La asamblea duró 3 días, y estaba dividida en dos partes, una que se realizaba por la mañana, dirigida por María Dolores, que era una esposa, madre y teóloga. Y la otra parte se realizaba por la tarde, donde intentábamos acabar de esbozar el proyecto provincial.

Hoy quiero centrarme en una de las charlas de la mañana, que tenía por título "Retos y desafíos de nuestro ser en el mundo y en la Iglesia". Quiero explicar de que cosa hablamos, intentando desarrollar mis malos apuntes, y también hablar un poco del tema, aunque anticipo que me puedo enrollar, así que mejor será hacer pequeñas entregas.

María Dolores quería hacernos ver su punto de vista de como la gente nos percibe, y hablaba en primer lugar de dificultades compartidas. Es decir, dificultades que tenemos todos, laicos y religiosos, que yo titularía dificultades de los cristianos occidentales del siglo XXI.

Hablaba del laicismo, del anti-cristianismo, del individualismo,... (habían más pero no tomé nota). Es verdad, vivimos en una sociedad, donde el laicismo es dominante, y en cierto sentido, siempre que sea respetuoso con las creencias personales. Hay que dejar libertad, una creencia impuesta es mala, así ha pasado lo que ha pasado en mi querida España, se ha pasado de un extremo a otro, porque era casi una obligación en tiempos de la dictadura (donde la Iglesia no alzó la voz) y ahora la gente reacciona en contra de todo lo que huele a Iglesia y curas. De hecho, los religiosos y la Iglesia son las instituciones menos valoradas de todas (y eso me duele mucho,no conocen la verdadera religión, no conocen el amor de Dios, sólo ven una imagen negativa de la Iglesia, y no ven el fondo, lo que realmente importa. Sí, Santa Iglesia, pero formada de hombres pecadores, que nos hemos equivocado, nos equivocamos y nos equivocaremos).

El problema que en los últimos años se ha pasado a un anti-cristianismo, ya es un ataque directo, y aunque se habla de libertad religiosa por una parte, se ataca por el otro al cristianismo. Y en esta trampa no debemos caer, no debemos responder a los ataques con más ataques (manifestaciones, declaraciones políticas,....) a estas tenemos que responder con nuestras vidas, viviendo con sencillez, con humildad y respondiendo desde el evangelio. Es difícil. lo sé, cada vez esta corriente se inserta poco a poco, y los medios de comunicación ayudan mucho en este aspecto, hasta que al final se instala dentro de la sociedad, como un parásito, pero también ayudará a purificar nuestro cristianismo light, y tendremos que ser verdaderos testigos, ser cristianos místicos, para cambien el mal a fuerza de bien, porque el amor es indestructible.

Individualismo. Me duele hablar de este tema, porque yo también peco mucho en este aspecto, me cuesta ser cercano a los demás, ser sociable, hablar con un desconocido,...
Pero es verdad que el individualismo es una lacra de esta sociedad, hay indiferencia ante la situación del otro, pasamos ante gente que duerme en la calle, y ya ni siquiera se nos encoge el corazón. Ojalá puediera ver el rostro de Cristo en todas las personas, pero me cuesta mucho. También está el individuaismo en nuestras comunidades, y eso destruye la fraternidad.

Bueno, sólo he hablado de aspectos negativos, en el próximo apunte hablaré de aspectos positivos. Espero no aburriros demasiado con estas divagaciones. Un fuerte abrazo a tod@s.

martes, 14 de abril de 2009

Pascua Christbook


Hola a tod@s. De nuevo por aquí, después de mucho tiempo. Ante todo quiero felicitaros a todos, y espero que tengáis un encuentro personal e íntimo con el Señor resucitado, que podáis vivir la Pascua con plenitud.
En segundo lugar, quiero pedir disculpas por tener olvidado el blog durante este tiempo, circunstancias temporales y físicas han hecho imposible actualizarlo. Pero ahora os cuento un poco que he hecho estos días y el por qué del título.

He tenido la oportunidad de volver a mi tierra por dos semanas (sólo me quedan 5 días para disfrutar de mi tierrecita) y entre las actividades en las que he participado, una de ellas ha sido una pascua joven en Villareal. El título está inspirado en una de las redes sociales más importantes de la red, el facebook, supongo que muchos de vosotros lo conoceréis. Hemos intentado, hablar a los jóvenes de lo que significa la pascua del Señor con un lenguaje común a ellos. Y ahora, a toro pasado, puedo decir que ha valido la pena el esfuerzo realizado, en cierta medida se ha captado el lenguaje y el mensaje.

Estoy espesillo, no me salen las palabras.

Soy del parecer que el lenguaje del amor no caduca nunca, pero en momentos de crisis de amor mutuo dentro del cristianismo, debemos adaptarnos al lenguaje de cada época para enseñar un camino para acercarse a Dios. Bueno que me tengo que ir. Os dejo la imagen. Un abrazo.



miércoles, 1 de abril de 2009

¿Por qué carmelita?

Siendo sincero, tengo que reconocer que no estoy muy inspirado para escribir estos días, quizás este tiempo, que está un poco loco, que a veces hace frío, a veces calor, y acabo muchos días con dolor de cabeza. Pero me he dicho, de hoy no pasa, porque si lo dejo, pasa el tiempo y no escribo nada. Así que me he decidido a escribir un poco como nació mi vocación, y por qué me hice carmelita.

En primer lugar, debemos reconocer factores externos que han influido en cierto modo en mi vida.

En primer lugar el nacer en un país, donde la mayoría de la población se "declara católicos". Si hubiera nacido en un país de mayoría musulmana, seguramente sería un musulman convencido, y no creo, como dicen, que buscando la verdad, me convirtiera al catolicismo, quizás podría llegar a ser un "cristiano anónimo", porque "no todos los que dicen Señor Señor se salvan, sini aquellos que hacen la voluntad del Padre".

En segundo lugar, recibí una educación cristiana madura por parte de mis padres. En cierto modo, he recibido una buena educación cristiana, donde no debía ir a misa "porque sí" sino porque tiene un sentido, "no ser cristiano solo 45 minutos a la semana" sino "hacer mi vida cristiana". A ello me ayudado el ejemplo de la gente que me ha rodeado.

En tercer lugar, nací en un pueblo con raíces carmelitas. Sí, Onda (mi pueblo, tengo que hacer publicidad), quieran o no quieran, tiene una gran tradición carmelitana, para muestra un botón, sólo hay que ver el número de ujeres que se llaman Carmen en mi pueblo. Y es en mi pueblo, donde he estudiado en el colegio de los carmelitas, he crecido en su parroquia, y he madurado mi fe con la ayuda de ellos.

Después, a estos factores, se deben añadir (o sería el proceso contrario, no lo sé) los factores internos, que hiceron que me decidiera a seguir a Cristo un poco más de cerca.

Ya lo he contado bastantes veces, así que diré solamente algunas pinceladas. Después de tener una vida llena de actividad (como todos en esta sociedad occidental), después de terminar la carrera, mi vida sufrió un gran cambio, donde todo se paró, y tuve tiempo de pensar que quería hacer de mi vida. Después de pasar un tiempo largo, en el que preparé oposiciones y también trabajé, no encontraba sentido a mi vida porque no quería ver la realidad a la que estaba llamado, al fin, me decidí a entrar en el Carmelo el 22 de agosto de 2005. Estaba en Alemania, había ido al encuentro mundial de la juventud con el Papa, y allí me decidí, me hago carmelita. Y me decanté por carmelita, porque unos meses antes estuve haciendo una experiencia en Salamanca, en la casa de formación, y me enamoré de la vida fraterna, de la hospitalidad, "del amor entre los hermanos". Al final respondí afirmativamente a la voz que me martilleaba día y noche en mi corazón que me decía "ven y sígueme".

Ahora, ya han pasado más de 3 años y medio de aquello. Me siento muy felíz siendo carmelita, aunque a veces llegan las dudas, las tentaciones de dejarlo todo, me veo muy frágil, pero vamos adelante. Pero me pregunto. ¿reflejo yo ese amor a los hermanos del que me enamoré? ¿soy signo de fraternidad? O en cambio, domina mi egoísmo, mi individualismo,... En fin, estoy trabajando un material sobre ello, ya os contaré los resultados.

Un fuerte abrazo para todos,y espero que no os haya aburrido.