martes, 30 de septiembre de 2008

El Caliche




El Caliche, es un barrio de Santo Domingo, donde he podido vivir cerca de un mes durante este verano. Sobre este tema ya he escrito rios de tinta, porque ha significado mucho para mí, pero creo que es justo que también exprese lo que siento en este medio de comunicación.


Durante casi todo el mes de agosto, un grupo de 7 jóvenes españoles, todos relacionados con la familia carmelita, hemos ido, mediante la ONG Karit, a la Rep. Dominicana. En este barrio, he dejado muchas cosas, pero lo más importante es que parte de mi corazón aún permanece en él. ¿Por qué? Por que he recibido muchísimo de aquella gente, por eso puedo decir que la riqueza de los pobres me ha ganado.

¿Por qué me ha ganado? Por que a pesar de sus circunstancias, de sus problemas, son más felices que yo, que materialmente no me falta de todo. Que lo poco que tienen te lo ofrecen, y sobretodo te ofrecen lo más valioso que poseen, una sonrisa, una mirada, un "gracias",.... Una sonrisa sincera, no ficticia como en nuestra sociedad. Una mirada transparente que lo dice todo, cuando por ejemplo les das algo de comer cuando llevan un día sin hacerlo, un "gracias" de corazón.

Son muchos recuerdos, muchas imágenes, muchas las cosas que me traigo en mi maleta interna, pero he podido ver a Dios en cada uno de los niños con los que he podido trabajar durante este tiempo. No puedo expresar en una líneas lo que siento, lo he intentado anteriormente con alrededor de 10 folios, pero todo ello no plasma lo que tengo dentro. Os invito a ver las fotos de los enlaces de la ventana lateral, y quiero que os fijeis en sus caras, ya me contareis.

Un abrazo fraterno a tod@s los que se asoman a esta ventana.

viernes, 26 de septiembre de 2008

El tiempo

Ante todo, quiero dar las gracias a todos aquell@s que dedican su tiempo a leer éste sencillo rincón de internet.

Me ha gustado mucho el comentario de Marcos, es una buena homilía (en sentido positivo). La figura de la oveja perdida siempre me ha gustado, porque me identifico. Una vez escuché que cuando el pastor pone en sus hombros a la oveja, muchas veces tiene que aguantar que se mee encima de él, ya que la oveja está asustada. Así me siento yo, hago cosas peores que la oveja, y una y otra vez el Señor viene a buscarme.

Gracias también a mi hemano carmelita. A nadie nos gusta que nos coloquen en la realidad, que nos den un pequeño empujón para despertarnos (¿alguién recuerda el término aragonés?) Es difícil aceptar que mi vida no me pertenece, y que debería ser Cristo quien viviera en mí.

La ya conocidísima Cortinitas, con su comentario, me ha hecho reflexionar sobre cómo podemos lavar la cara de la Iglesia. ¿Que imagen ofrece la Iglesia de Dios? Es un buen tema para reflexionar otro día. Yo, como todo cristiano, soy partícipe de la imagen de Dios.

En definitiva, gracias a todos por perder un poco de vuestro valiosísimo tiempo. Y de esto quería hablar. Se dice que el tiempo es horo, y en buena medida es cierto, sobretodo en nuestra sociedad occidental. Si se pudiera, la gente compraría el tiempo, y aún así sería pobre de tiempo, porque no hace falta añadir horas al día, sino cambiar la mentalidad.

El poder convivir en otra cultura, como yo he hecho este verano, me ha ayudado mucho en este aspecto. Por cierto, el libro "Momo" es una perla del tema tiempo. He vivido toda mi vida inmerso dentro del ritmo impuesto por la sociedad, e.d., colegio, conservatorio, scouts, repasos,...

Y sólo después de un parón en mi vida, donde pasé una fuerte crisis existencial, pude decidir mi verdadero camino. Ahora me pregunto, nosotros como carmelitas, ¿también estamos inmersos en este ritmo frenético? ¿Somo ricos de tiempo o por el contrario siempre nos hace falta más? ¿Es necesario el multi -apostolado? ¿Tengo tiempo para estar a solas con Dios? ¿Tengo tiempo para escuchar a la gente en un lugar que no sea el confesionario?

Yo soy el primero que caigo en éste ritmo, pero quizás, viviendo casi como los demás, no sea lo que estén esperando de mi. La gente necesita ser escuchada, necesita a alguien que sepa escuchar y también dar una palabra. En fin, como siempre, no me hagáis mucho caso. Sólo son pensamientos en voz alta.

Un fuerte abrazo.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Dos visiones distintas

Seguramente, esto que voy a contar surga de un pequeño rebote, porque soy un orgulloso, y me hace falta una buena dosis de humildad, pero necesito contarlo.
Esta tarde, he ido a confesarme, porque ya me hacía falta, en verano siempre me relajo y lo dejo pasar. He acudido a Santa María la Mayor, que está muy cerca de donde habito. Después de buscar un confesionario para confesarme en español (el italiano aún no lo domino), y después de esperar un bueb rato a que una mujer terminara, por fín llegó ese momento que tanto estaba esperando, la verdad, lo necesitaba, y hasta ahora, la penitencia siempre había sido para mí, un acto de alegría, porque siempre salía feliz de ella.

Pero esta vez ha sido distinto, primero un confesionario de estos antiguos que no se ven nada, pero bueno, eso no es lo más importante, aunque prefiero poder hablar cara a cara. Pero lo peor para mí ha sido el rapapolvo que me ha metido, y sobretodo después de decirle que era religioso.

No lo sé, pero creo que una confesión, no puede convertirse en un interrogatorio, y después, que es donde verdaderamente me ha herido, y por eso he salido como un toro herido, me ha pedido el acto de constricción, y le he dicho que no lo sabía, y me ha contestado que era una vergüenza.

Puede ser, que sea una vergüenza que no lo sepa, pero nunca había oído hablar de este acto hasta el año pasado que lo hablamos una vez en casa. Ahora me lo tendré que aprender, porque aquí en Italia si que se usa esta oración.

En fin, sólo quiero marcar y señalar, que yo creo en otro tipo de Iglesia, una Iglesia, donde no todo se centre en conocer una serie de oraciones, y cuantas más sepas y digas, eres más santo, aunque no está mal todo esto, pero el cristianismo en que yo creo es distinto de este. No podemos seguir enseñando esta clase de cristianismo, y ojo, no quiero decir que nos tengamos que relajar en el aspecto de la oración, pero son muchos los caminos que llevan al Señor, y este tipo de camino quizá no es el más adecuado para llegar a los jóvenes.

En fin, perdonad este desahogo, fruto de una herida interna, y espero que alguno comprenda lo que quiero decir. Otro día hablare sobre la idea de Dios que yo tengo.

Un fuerte abrazo.

jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Qué es el hombre?


"¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?", así dice el salmo 8. Muchas veces, cuando recapitulo mi vida, me doy cuenta, que en mucha situaciones allí ha estado Dios. Tengo que darle muchas gracias por todo lo que me ha regalado. Él se entregó por mí, yo en cambio, me cuesta perder un gramo de mi vida por los demás. Siempre permanece fiel, en cambio yo, le traiciono todos los días. ¿Por qué Señor me quieres así? Me cuesta aceptar que siempre que caigo, hay uno que me regoge, Al que mucho se le perdona, mucho ama. ¿Será este mi caso?

Muchas veces me pregunto, ¿por qué estoy metido en este camino? Si soy un pecador como todos, o incluso más. Las dudas siempre me sobrevienen, y el amor inicial con que empecé este camino, ha desaparecido, aunque su recuerdo me da fuerzas. En fín, sólo sé que estoy en este camino, y que soy feliz donde estoy. Estos días me surgía la oración de San Agustín:"Señor dame castidad y yo te daré fidelidad". Que así sea.

martes, 9 de septiembre de 2008

Saverio

Quizá mi nombre no es muy conocido aquí en la bella Italia. Cuando me preguntaban cómo me llamaba, se quedaban un poco extrañados, además la pronunciación les resulta difícil. Así, que muchos por aquí me llaman Saverio, que es Xavier en italiano.

Este cambio de nombre, de momento no significa nada para mí, incluso a veces no me doy por aludido cuando me llaman de esta forma. Pero el cambio de nombre, en la literatura bíblica y en la cultura semita, siempre ha sido signo de un cambio, de un punto de inflexión en la vida de la persona. Ejemplo de ellos son los casos de Abrahan, Jacob, Pedro,...

No soy ningún exégeta, ni ningún biblista, pero lo que quiero decir, es que este cambio de nombre , esperó que se convierta en un cambio de vida. Esta nueva etapa en Italia, espero que se convierta en un basamento fundamental en el edificio de mi vida. Que puedan decir los que me conocen, "éste hombre ha cambiado, no es el mismo..."

Son muchas las cosas que me han ocurrido en poco tiempo. La misión en el Caliche, la digestión de todo lo vivido n esas tierras, el examen pendiente, la despedidas, tanto de Rep. Dominicana como de Salamanca, una nueva comunidad, una nueva casa, una nueva lengua, cultura,...

Que todo lo vivido, no se convierta en recuerdos vanos y pasajeros, sino que se conviertan en memorial de mi vida. Un abrazo fraterno a todos.